He descubierto, después de un montón de años buscando, que mi identidad es el negativo de una fotografía. Solo sé lo que no soy.
Con una excepción: soy gorda. Gane o pierda kilos a lo largo de mi existencia, siento, pienso, actúo, como y dejo de comer, follo, hablo, me muevo, bailo y ligo como una mujer gorda. Ya veis, tantos años me lo habéis repetido, que ahora me lo digo yo. Desde esa reapropiación política del dichoso adjetivo, escribo sobre cosas que no tienen nada que ver con eso, o sí, en este espacio.
En La gorda sentipensante encontraréis opiniones o reflexiones. Escribiré reseñas en La gorda disfrutona y dejaré La gorda cuentista para mi maltrecha escritura creativa.
Bienvenidas.
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